
Es como una bella y trágica carta de amor para hacer las pases entre tú y tu realidad, entre tu dolor y el amor, entre la vida y la muerte, una que duele pero es hermosa porque al final solo “te quedas aquí “ solo existes y eres todo …y si lo logras ya no peleas ni sufres. Es consuelo y aprendizaje. Es la máxima transfiguración alquimica.