"Jennie" es una de las contadas muestras que ofrece el cine de perseguir una visión del mundo más próxima a la poesía y a la fantasía que a sus aspectos materiales. Sólo esto ya es muy de agradecer, pero si además la película aúna buena dosis de calidad y poca cursilería, habrá que quitarse el sombrero y enseñar la calva.
La simple historia de una mujer que regresa de las tinieblas para encontrarse con el hombre que nunca conoció en vida pero que le hubiera parecido reservado como perfecta pareja es, de por sí, un delirante modelo de romanticismo fantástico. Las secuencias de los repetidos encuentros en el parque están muy bien tratadas, con la atmósfera onírica adecuada, aún existiendo escasa progresión entre ellas. Es de lamentar un pésimo doblaje, aparentemente actualizado, en su versión española; así como la gratuidad de escenas como la del convento, fundiendo poesía y misticismo, que vienen a lastrar su exquisita idea original.
Mención aparte la excelente labor de sus intérpretes y la acertada pieza sonora central de Debussy.
(5/5/1987)
-Crítica Nº 18-
6/10